… llamaron a la puerta, un extraño pedía algo que llevarse a la boca.
– No tengo nada ahora – dijo la mujer al otro lado de la puerta
– No se preocupe – dijo el extraño – en mi bolsa llevo una piedra de hacer sopa, si me permite echarla en una olla de agua hiriviendo, le prepararé la mejor sopa del mundo.
La mujer no pudo evitar sentir curiosidad y accedió. Puso agua al fuego y corrió a contar a sus vecinos lo que ocurría en su cocina. Cuando el agua rompió a hervir, el vecindario al completo se encontraba en el lugar para ver al extraño y su sopa.
Con mucha calma, el extraño, sacó una piedra limpia y lisa de su bolsa y la dejó hundirse suavemente al fondo de la olla. Pasados un par de minutos, cogió la cuchara de madera y con mucha ceremonia probó una cucharada de la sopa.
– ¡Deliciosa!… aunque sería magnífica con unas patatas
Al fondo de la cocina se oyó la voz de una mujer:
– ¡Yo tengo en casa! – y al poco rato allí se presentó con unas patatas recién peladas que fueron a parar a la olla junto a la piedra
Al cabo de un rato, el extraño, volvió a probar la sopa:
-¡Magnífica! … aunque sería maravillosa con unas verduras
– Ahora vengo con ellas dijo un hombre – y de esa forma, las verduras se incorporaron a la sopa.
Tiempo después el extraño volvió a poner a prueba el sabor de la sopa
– ¡Maravillosa! … pero sería exquisita con un poco de carne
Y de esta forma el vecindario siguió ejerciendo de proveedor hasta que tras otra prueba, el extraño dijo con seguridad:
– La sal… – y tras añadir la sal y dar su aprobación a la receta dijo- ¡Platos para todos!
Entonces los vecinos fueron corriendo a sus casas a buscar platos. Y de esta forma disfrutaron, en compañía, de las generosas raciones servidas por el extraño y del fruto de su colaboración conjunta …
Esta historia tiene tantas versiones como gente que la cuenta pero tienen como punto en común la colaboración de las personas para elaborar todos juntos una receta.
Podemos sacar un par de interpretaciones:
1.- Colaborando todos juntos y cooperando podemos mejorar y obtener un bien común.
2.- Si quieres que la gente se involucre en tus proyectos, no les digas que les necesitas desesperadamente ni apeles a su amabilidad. Dales la oportunidad de ser parte del éxito.
Aunque mirando el fondo de la historia alguien podría preguntarse si no significa más bien que algunos caraduras pueden aprovecharse de la ingenuidad de los demás aportando algo inerte, siempre podremos contestarles que la piedra ayuda a mantener el calor de la sopa por más tiempo.
Cool ❗
Hola Ferran. En el blog donde he puesto tres cuentos infantiles hay uno titulado “Un puchero de piedras”. El tema es el siguiente:
Algunas madres, cuando se va acercando la noche, ponen un puchero con agua a calentar y recogen piedras que echan a la cazuela como si fuera comida, evitando que los niños se den cuenta. Mientras se hace la cena les cuentan un cuento, tan largo como sea necesario, hasta que los peques se duermen. Esa noche tampoco cenarán, pero al menos se dormirán satisfechos y con una sonrisa…
He visto vídeos que muestran que esto sucede en África y Brasil, aunque estoy seguro que pasa en otros países.
Un saludo
Rafa